¿Por qué mi perro me lame? Comprender el lenguaje detrás del lamido
El lamido es una de las formas más comunes de comunicación en los perros. Puede ser una muestra de cariño, una señal de estrés, una forma de explorar o incluso una llamada de atención. Comprender por qué tu perro te lame te ayudará a interpretar mejor sus necesidades y fortalecer vuestro vínculo.
El lamido como parte del lenguaje canino
El perro vive en un mundo dominado por el olfato y el gusto. Cuando lame:
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Recoge información sobre personas, animales y objetos.
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Transmite señales de calma ante situaciones tensas.
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Marca vínculos sociales, igual que lo haría con otros miembros de su manada.
Principales motivos por los que tu perro te lame
Muestra de afecto y vínculo social
Desde cachorros, los perros reciben lamidos de su madre como gesto de cuidado. En la edad adulta, replican esta conducta con sus dueños como “besos” perrunos.
Señales que acompañan un lamido de afecto:
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Cola relajada y en movimiento.
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Mirada suave.
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Postura corporal tranquila.
Solicitud de atención o juego
Muchos perros lamen para pedir interacción. Si te lame y luego corre a por su juguete, está diciendo: “¡Juguemos!”.
Respuesta a olores o sabores
El sudor, restos de comida o cremas corporales pueden despertar su curiosidad.
En estos casos, el lamido se centra en una zona concreta y desaparece cuando se pierde el estímulo.
Comportamiento por estrés o ansiedad
El lamido puede ser una conducta de auto-calmado:
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Aparece en situaciones de soledad, tormentas o cambios de rutina.
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Suele ser repetitivo y rápido.
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Puede ir acompañado de jadeos o inquietud.
Cuándo el lamido puede ser un problema
El lamido es preocupante si:
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Es excesivo o compulsivo.
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Provoca irritaciones en la piel.
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Va acompañado de otros signos de estrés o enfermedad.
En estos casos, conviene:
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Revisar su salud con un veterinario.
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Analizar su rutina y nivel de estimulación.
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Implementar técnicas de adiestramiento para redirigir la conducta.
Cómo gestionar el lamido de forma positiva
Refuerzo positivo
Premia las conductas tranquilas que no incluyan lamido excesivo. Enséñale una orden de “quieto” o “basta” de manera amable.
Aumento de estimulación mental y física
Más paseos, juegos interactivos y rutinas claras reducen el estrés y, con ello, la necesidad de lamer.
Alternativas seguras
Ofrece mordedores, juguetes de relleno o alfombras olfativas para canalizar su energía.
Preguntas frecuentes sobre el lamido en perros
¿Es malo que mi perro me lama la cara?
Si está sano y desparasitado, el riesgo es bajo, pero evita que lama heridas o mucosas para prevenir infecciones.
¿Puedo decirle que no me lama sin dañarlo emocionalmente?
Sí. Retira la mano con suavidad y ofrece una alternativa como un juguete o una caricia en otra zona.
¿Todos los lamidos significan lo mismo?
No. El contexto, la postura corporal y la intensidad del lamido son claves para interpretarlo.
Conclusión: el lamido como una oportunidad de conexión
El lamido no es solo un gesto instintivo, es un mensaje. Puede significar cariño, curiosidad, petición de juego o señal de estrés. La clave está en:
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Observar el contexto.
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Responder con empatía.
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Guiar la conducta con técnicas de adiestramiento adecuadas.